El SII fue considerado, durante muchos años, como un trastorno mental o somatización, al no encontrarse evidencia alguna de daño orgánico/alteraciones de ningún tipo en el aparato digestivo de los pacientes que lo padecían. Esa era la visión predominante en la década de 1950. Desde entonces, y hasta nuestro siglo, hubo ciertos avances, aunque escasos.

Hoy en día, las causas exactas del SII siguen siendo desconocidas, aunque se ha abandonado la idea del origen psicológico. En los últimos 20 años, y sobre todo en los últimos 10, el número de estudios anuales en SII se ha disparado (se ha pasado de una media de 150-200 a 1.000 estudios anuales), y los avances tecnológicos y científicos han permitido encontrar alteraciones orgánicas en el intestino de estos pacientes, aunque por el momento no son suficientes para explicar los síntomas de manera completamente satisfactoria. 

Aquí intentaremos compartir los principales hallazgos, y luego los desarrollaremos comentando el estado actual de la investigación en cada uno de ellos. Hay que aclarar que se desconoce si los factores que vamos a enumerar son causas de los síntomas o no, por ahora solamente sabemos que son alteraciones habituales en distintos subgrupos de pacientes con SII (unos tendrán unas, otros tendrán otras), pero no hay base suficiente para llamarlos «causas». 

Así pues, en pacientes con dolor abdominal crónico inexplicado, que cumplen criterios de Roma para el SII, se ha demostrado la existencia de una o más de las siguientes alteraciones…

• Motilidad intestinal alterada y tránsito anormal del gas

• Hipersensibilidad visceral

• Alteraciones inmunitarias leves, aumento de permeabilidad intestinal y microinflamación

• Alteraciones psicosociales y eje HPA

• Alteraciones neurológicas

• Alteraciones en la composición de la microbiota, disregulación del eje microbiota-intestino-cerebro

• Alteraciones endocrinas (sueño, ciclo menstrual, células enteroendocrinas…)

• Infecciones gastrointestinales y anticuerpos anti-CdtB

• Predisposición genética

• Ácidos biliares

• Déficit enzimático del intestino delgado

Puedes hacer clic sobre cada elemento de la lista anterior para ir indagando en cada una de las «posibles causas». Hemos preferido explicar algunas de estas alteraciones de manera conjunta, ya que muchas están interrelacionadas y es difícil entenderlas por separado. Esta parte puede ser demasiado compleja, sin embargo, los contenidos que aquí se tratan pueden ser de utilidad para entender por qué ocurren ciertos síntomas, o por qué funcionan determinados tratamientos. Si tienes curiosidad y quieres conocer mejor tu condición, te aconsejamos leerlo, al menos por encima.

Actualizado a septiembre de 2021.