Las trampas del 'test' de la dieta
ALEJANDRA RODRÍGUEZ
Ilustración: Ajubel
Seguro que algún conocido le ha comentado las bondades de una dieta personalizada que le han diseñado a partir de un revolucionario análisis de sangre (muy novedoso en España) que en EEUU lleva aplicándose casi una década. Probablemente, le diga que desde que sigue este régimen individualizado ha perdido esos kilos que antes se le resistían y que, además, se encuentra mucho mejor. Incluso es posible que esta persona le anime a hacérselo porque, según proclama la publicidad del centro de medicina estética, esta prueba detecta qué alimentos intoxican nuestro organismo lentamente, minando a veces nuestra calidad de vida con manifestaciones como
la psoriasis, la sinusitis, el asma, los eccemas, la urticaria, las molestias gastrointestinales, las migrañas, la celulitis, la obesidad e, incluso y según reza su web estadounidense, ataques de pánico y ansiedad. Si usted sufre alguno de estos problemas, quizá piense que no tiene nada
que perder por intentar un nuevo tratamiento, salvo los 450-600 euros que cuesta, aproximadamente, la realización del test y el diseño de su carné de identidad alimentario. Sin embargo, antes de pensar en cómo reunir el dinero debe tener en cuenta que
no existen datos que avalen la eficacia de este método a medio y largo plazo, que no cumple los requisitos que exige el método científico para validar los tratamientos médicos y que la mayoría de los especialistas dudan de su utilidad porque, aunque a priori no representa un riesgo severo para el paciente (al fin y al cabo, es un análisis de sangre), sus hipótesis se sustentan, fundamentalmente, en medias verdades. Según la impresión general, nos encontramos ante otro sacadineros más de entre tantos otros que han proliferado en el campo de la medicina estética; un mundo que se ha descontrolado.
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«Este mundillo [en referencia a la medicina estética] se ha descontrolado y, debido al impacto que el Alcat ha tenido en muchos medios de comunicación, hemos tenido que rechazar incluso a pacientes que quieren hacerse el análisis a título individual para diseñar ellos mismos la dieta que les conviene y eso no puede ser», continúa este especialista.
Por su parte, la doctora Maribel Martí, nutricionista de la clínica Teknon de Barcelona, también matiza las bondades de este método aclarando, en primer lugar, que no es la panacea.
«El Alcat es un análisis de citotoxicidad, es decir, evalúa la reacción celular ante ciertas sustancias alimenticias, no sirve para saber lo que engorda y lo que no a cada individuo, como piensan algunos pacientes que vienen aquí con una idea preconcebida, sino para establecer qué alimentos no nos sientan bien. Por sí mismo no vale de nada, lo verdaderamente importante es la estrategia terapéutica que se diseña a partir de sus resultados», dice.
Javier Aranceta, secretario general de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, En definitiva, «hay que ponerlo en cuarentena porque por el momento está fuera de la oficialidad. Todavía se desconocen muchos aspectos y además hay que tener en cuenta que todos los tratamientos y métodos médicos han de pasar por unos controles determinados por el método científico y
este test no los ha pasado todavía», concluye Aranceta.
El responsable del Servicio de Alergia del Hospital La Paz, también en Madrid, el doctor Manuel Martín Esteban, se muestra muy duro ante este tipo de métodos que, según sus palabras, «repercuten negativamente en la especialidad, ya que la gente acaba desconfiando de todo».
Este experto también critica el hecho de que el test Alcat no se atenga al método científico y cuestiona algunas de sus hipótesis.
«Las intolerancias alimentarias no provocan sobrepeso, más bien lo contrario. Las explicaciones [que dan los promotores de la misma] son confusas, mezclan conceptos... no tienen base científica», argumenta Martín, que también se sorprende de que un test del que no hay ninguna referencia seria en la literatura científica se esté empleando con fines tan diversos.
En la misma línea se sitúa Andreu Palou, profesor en la Universidad de las Islas Baleares (Palma de Mallorca).
«No he escuchado opiniones convencidas de su utilidad por parte de los expertos, y tampoco he encontrado referencias científicas en las publicaciones relevantes que me resuelvan las muchas dudas que me plantea», afirma.
SIN CIENCIA. En definitiva, todos estos profesionales r
eclaman la realización de trabajos rigurosos y amplios (tanto en la muestra de pacientes como en lo referente al plazo de seguimiento) que determinen si los cambios que parecen producirse en los linfocitos expuestos a los alimentos conflictivos repercuten realmente en una intolerancia y que esclarezcan la verdadera utilidad del test Alcat, si es que la tiene. Finalmente, otra de las patologías para las que se está tratando de aplicar este caro análisis (cuesta entre 450 y 600 euros, según quién lo lleve a cabo) es en la solución de algunos tipos de migraña inducidos por ciertos alimentos.
Según el doctor Rogelio Leira, responsable de la Unidad de Cefaleas del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, sólo un 20% de los pacientes migrañosos sufren crisis por culpa de algunas comidas, pero la razón no es alergia o intolerancia. Se sabe que hay productos, como el queso curado, los frutos secos, el vino, el chocolate... que ejercen una acción vasodilatadora que puede precipitar el dolor de cabeza en pacientes predispuestos. Pot otra parte, algunos conservantes y aditivos alimentarios tienen aminas, sustancias similares a la serotonina, un neurotransmisor relacionado con la migraña en estas personas predispuestas.
«Aparte de que esto no es ninguna novedad, suele ser el propio paciente el que se da cuenta de la relación causa-efecto entre la cefalea y el producto, para eso no hace falta ningún test», explica este especialista.
la noticia es del mundo; la he abreviado un poco pero poco esta en su totalidad, solo quite lo relacionado con el sobrepeso,
http://www.elmundo.es/salud/2003/548/1069435265.html" onclick="window.open(this.href);return false;
leyendo esto creo que si es una farsa.....