Yo estoy de acuerdo con Ritay en poner un nombre sencillo, pronunciable en distintas lenguas sin demasiado problema. Lo digo porque al vivir en Cataluña aquí hay muchos nombres típicos que sin embargo en el extranjero (uno nunca sabe dónde acabará una persona viviendo) son muy complicados. Al hijo de una amiga de mi madre, que está casada con un catalan pero viven en Uruguay, le pusieron Jordi, que es un nombre corriente para nosotros, pero el chaval lo ha pasado mal toda la vida explicando que la J se pronuncia así y asá... luego está el caso de mi novio, que es catalán hijo de madre andaluza y de padre africano (de Gambia); y tanto a mi novio como a sus hermanos les pusieron nombres africanos, de esos que es imposible saber cómo se pronuncian al leerlos y al escucharlos por primera y segunda vez cuesta retenerlos (a mi me pasó), y por supuesto mi novio no quiere que nuestro hijo/a tenga que pasar por eso de deletrear cada vez, y de tener que oir mal pronunciado su nombre y ver a la gente en apuros al leerlo, y que en el colegio te miren con cara de ¿QUÉEE? y cosas así. 
Yo como mi nombre es sencillo, no he tenido problemas y eso me gusta. Elena lo entienden todos. Aunque es de origen griego, es un nombre que suena bastante bien en todas partes, por bien me refiero a que no es difícil de pronunciar. 
O sea que andamos en busca de un nombre lo más neutro posible (fonéticamente hablando) y a la vez que sea bonito 
 
Hablando de otra cosa, me habéis dejado helada con eso de que cuando el bebé nace todo el mundo opina. La historia del hijo de la compañera de Skamada es espeluznante: ¿una madre diciéndole a otra madre que no sabe cuidar de su hijo por ponerle el babero en la cabeza? Claramente la gente no tiene bastante con su propia vida, tiene que meterse en las ajenas. Yo creo que cuando tenga al bebé voy a ser como esos animales que, si se acercan a sus crías, gruñen y muerden, a menos que me fíe de la persona que se acerca. Será el único modo de no pelearme con todo el mundo  
