skamada escribió:Hus, ya van unas cuantas veces que comentas lo de la HP y que nada de diarreas... y el período en el que estuve con ella, iba al baño hasta 20 veces al día según lo que comiera... Era tomar un lácteo y sin acabar el helado, al baño. Ahora no me pasa tan a lo bestia, pero las diarreas líquidas por completo sólo las tuve con la HP...
Hola,
skamada. Te voy a contestar a lo que me planteas. En primer lugar, quiero advertirte que lo hago en son de paz.
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Así que no veas mala intención en lo que diga. Aporto otro enfoque, nada más, por si te resulta útil a ti o a otras personasa y puesto que te pones a ti misma como ejemplo. Una vez más, intento ser objetiva.
Lo más aceptado hoy en día en Medicina sobre el H. Pylori es que es causante de gastritis, úlceras y adenocarcinoma gástrico, pero no de diarreas. Es la infección bacteriana más extendida en la Humanidad y se estima que la padece la mitad de la población mundial. Esta cifra sube a un 80-90% de afectados en países en vías de desarrollo. Cito como muestra un artículo de la Revista Española de Enfermedades Digestivas, de los muchos que se pueden hallar al respecto, para documentar mis afirmaciones. Este data del año 2006:
Revista Española de Enfermedades Digestivas - versión impresa ISSN 1130-0108 v.98 n.12 Madrid dic. 2006
V.F Moreira y A. López San Román
Servicio de Gastroenterología. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid
Generalidades sobre Helicobacter pylori
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¿ES MUY FRECUENTE ESTA INFECCIÓN?
Este organismo tiene una distribución mundial, siendo probablemente la infección bacteriana mas frecuente en el mundo (con la excepción de la caries dental). Una parte importante de la población española (en los adultos de más de 50 años, más del 50%) es portadora del germen.
¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE LA INFECCIÓN?
En la gran mayoría de las personas la infección da lugar solamente a una mínima inflamación (gastritis) en el estómago que no produce molestias ni implica riesgos. Se calcula que solamente uno de cada 10 portadores desarrolla una úlcera en relación con la infección. Por este motivo, actualmente no se recomienda buscar la infección, y mucho menos realizar tratamiento antibiótico para ella, en personas que no presentan molestias digestivas.
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¿EN QUÉ CASOS HAY QUE REALIZAR TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN?
Se debe realizar tratamiento a todos los pacientes con úlcera que presenten la infección. Solamente se recomienda tratamiento a largo plazo con medicamentos antisecretores en aquellos pacientes ulcerosos que no puedan abandonar el tratamiento con aspirina o antiinflamatorios. Cuando existen molestias "gástricas" o "dispepsia" y el paciente no tiene una úlcera asociada, no existe acuerdo sobre si es conveniente o no buscar la infección y tratarla en caso de estar presente, pues los resultados de los estudios científicos son contradictorios. Algunos expertos, aunque no todos, recomiendan emplear en los pacientes con "dispepsia" la denominada estrategia "testar y tratar", que consiste en buscar la infección por Helicobacter pylori y tratarla en caso de que se encuentre, y reservar la gastroscopia para los casos en que las molestias no mejoren tras eliminar la bacteria. No obstante, si el paciente es mayor o si tiene algún dato de "alarma" que sugiera un proceso grave a criterio del médico, la gastroscopia será siempre la prueba inicial a realizar. Por último, si usted no presenta síntomas, no existe ningún dato actualmente que sugiera que es necesario buscar la infección ni hacer tratamiento para eliminarla.
Como dato anecdótico, citar estudios tan opuestos como estos dos hechos en niños. En el primero se relaciona la infección con H. Pylori con la posibilidad de generar un entorno propicio para contraer infecciones causantes de diarrea (es decir, el H. Pylori como factor previo de predisposición, no como causa en sí misma) y en el segundo se constata lo contrario: que el H. Pylori previene contra las diarreas.
http://bvs.sld.cu/revistas/hie/vol43_2_05/hie02205.htm
Aún está por esclarecerse si el H. pylori es la causa de estas afecciones o si es simplemente un marcador para otros factores.
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Ninguna asociación pudo ser demostrada, pero el estudio no permite tampoco rechazar la hipótesis de que la infección por H. pylori genera un entorno facilitado para subsiguientes infecciones gastrointestinales.
http://www.scielosp.org/scielo.php?pid= ... ci_arttext “Posible efecto protector de Helicobacter pylori contra la diarrea infantil.
Se ha observado una relación inversa entre la colonización por Helicobacter pylori y la enfermedad diarreica en niños. Según los resultados de un estudio poblacional reciente, es posible que H. pylori confiera protección contra las infecciones gastrointestinales que producen diarrea.
Las conclusiones de todo lo anterior son que en caso de diarreas, siempre hay que buscar más allá de la posible presencia del H. Pylori, que es meramente circunstancial, lo cual ocurre con una probabilidad aproximada del 50%. Sí causa síntomas gástricos, pero no diarreas. Seguiremos encontrando digestólogos que no estén de acuerdo, del mismo modo que vemos muchos que siguen pensando que un celiaco debe tener anticuerpos y/o atrofia vellositaria y patólogos que califican un Marsh 1 a partir de un 40% de infiltrado y no del 20-25% (pongo estos dos ejemplos no por nada, si no porque es lo que conozco, que habrá muchos otros en el campo de la Medicina, puesto que es una ciencia viva en continua actualización).
Ahora vamos a ponernos en un caso como el tuyo, Skamada. Presentas diarreas intensas y acudes al médico. Te detectan el H. Pylori y te lo tratan. Las diarreas tan fuertes cesan, pero permanecen con menor frecuencia/intensidad. Vamos a pensar de otra forma, no que el H. Pylori fuera el causante de esas diarreas si no que fue un hallazgo casual y, por otro lado, nada raro, dada su difusión. Se te dio un tratamiento antibiótico para erradicarlo, basado en antibióticos de amplio espectro y elevadas dosis. Como sabemos, los antibióticos no son específicos, no iban dirigidos únicamente al helicobacter, aunque ese fuera su objetivo deseado, si no que tienen actividad frente a una amplio espectro de patógenos. Por lo tanto, sería factible pensar que podría haber existido algún tipo de sobreinfección previa, posiblemente favorecida por algún tipo de alteración de la mucosa intestinal (que hace de caldo de cultivo propicio) y que podría estar en el origen de ese cuadro de diarreas intensas. Al eliminar la infección el tratamiento, los síntomas agudos desaparecen, pero permanecen otros, incluidas las diarreas esporádicas, que en ocasiones relacionas con ingestas de determinados alimentos. Es decir, el posible problema de base que pudo favorecer esa supuesta infección y la infección por H. Pylori permanece aún sin detectar y sin tratar. Si hubiera sido todo producto exclusivo del H. Pylori, al erradicarlo ya deberías estar completamente asintomática, dado el tiempo transcurrido. Ya presentabas síntomas extradigestivos crónicos, como la ferropenia. Durante este tiempo, además, has ido desarrollando otras patologías como neuropatía postherpética acusada, rinitis/sinusitis de larga evolución, disnea en esfuerzo y ahora un incremento brusco de los niveles de TSH. Y tienes familiares con enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo I.
Por tanto, en mi opinión tu caso no es representativo, no se puede tomar como modelo. No, porque no has eliminado los síntomas en absoluto y requieres controles cada seis meses (creo recordar que repites biopsias). Sí lo sería si así hubiera ocurrido. Eso se puede extrapolar a otros casos similares. En el polo opuesto está el mío, tan válido como el tuyo. A mí hace como diez años me detectaron y trataron la H. Pylori porque tenía digestiones pesadas. Se erradicó, se me dio el diagnóstico de “dispepsia” y no se miró más (diez años perdidos, que no son pocos...). Eso me cerró la posibilidad de seguir investigando por el tema digestivo para saber el origen de mis dolores y múltiples problemas asociados, pues me dejaron "tranquila". "Sólo" tenía digestiones un poco lentas y me sentaban mal algunas grasas. Que era normal y ya está, estaba "perfecta". Una temporada antes de mi diagnóstico actual (celiaquía), que se demoró un total de veintitrés años pese a visitar docenas de médicos, tenía una cierta predisposición a la diarrea, que yo ni sabía que era tal. En las biopsias duodenales se encontró atrofia vellositaria e infección por H. Pylori en el estómago. En el momento que retiré el gluten de mi dieta, esa diarrea se corrigió por completo (en unos días) y poco a poco fueron remitiendo todos mis síntomas, incluida esa dispepsia. No fue labor de un día, si no de meses, con altibajos de distintos orígenes (transgresiones por gluten accidentales, intolerancias asociadas, insuficiencia pancreática, etc.), pero SIN erradicar la H. Pylori, la cual no traté hasta varios meses después del comienzo de la DSG. Es decir, a pesar de seguir ahí la bacteria, yo sí que tuve una remisión de sintomatología digestiva. Había unos síntomas que nadie relacionó nunca con trastornos digestivos, salvo en una ocasión que miraron si era apendicitis, pues eran dolores irradiados (especialmente hacia la zona lumbar y la parte baja derecha del abdomen), que desaparecieron por completo al poco tiempo de empezar la dieta. Atajé el origen, que en mi caso es la intolerancia al gluten.
Respecto a la TSH, debes conseguir que te miren los anticuerpos antitiroideos, los anti-TPO, y también los anticuerpos antinucleares, ANAs. Como tienes seguro privado, es muy sencillo conseguirlo. ¿Qué quiere decir presentar anticuerpos tiroideos positivos? Los anticuerpos los genera el organismo para combatir “intrusos” y exterminarlos. En determinadas circunstancias, el cuerpo sufre una desorientación y genera auto-anticuerpos, es decir, dirigidos contra sí mismo. Los anti-TPO tienen como diana el tiroides. Lo atacan y lo van destruyendo poco a poco. Es importante conocer la presencia de esos anticuerpos para saber si la tiroiditis es autoinmune, pues aporta información muy valiosa, máxime ante la presencia de síntomas digestivos.
Como dato objetivo, añado que se ha documentado la negativización/disminución de los anticuerpos anti-TPO y normalización/mejor control con dosis más bajas de medicación de los niveles de hormonas cuando la tiroiditis va asociada a la intolerancia o sensibilidad al gluten y se instaura la DSG estricta. Pero es preciso actuar en las fases iniciales de la enfermedad, pues todo el daño provocado al tiroides es irreversible. Cuanto antes, mejor pronóstico. Los anticuerpos son implacables en su labor destructora, lo que se va evidenciando con el desequilibrio de los niveles hormonales y la aparición de síntomas, como el cansancio excesivo, por ejemplo.
Os dejo unos enlaces a una página que se toma como referencia hoy en día en el campo del tiroides. Es del endocrinólogo considerado como la máxima autoridad en la materia, el Dr. J. Esteban Velasco, Endocrinólogo – Tiroidólogo, y director del Centro de Estudios Tiroideos de Valencia. En el primer enlace se explican las fases del hipotiroidismo y en el segundo se habla expresamente del hipotiroidismo subclínico, de donde extraigo la cita donde se menciona que a partir de un valor de TSH de 2 se entra en él.
http://www.tiroides.net/fases.htm
http://www.tiroides.net/subclinico.htm
HIPOTIROIDISMO SUBCLINICO
TSH > 2.0 CON HORMONAS TIROIDEAS NORMALES
Un saludo.