#1
Publicado: Dom Jul 25, 2010 4:07 pm
Hoy ha sonado el teléfono de Miguel a las 9 y media de la mañana. La noticia no podía ser peor, nuestro amigo Juan había fallecido.
Su padre se lo ha encontrado muerto en la cama a las 7 de la mañana. Era diabético y ha tenido una parada cardíaca por una subida de azúcar.
Estamos destrozados.
No os podéis imaginar el drama que hemos vivido esta mañana en su casa. Su madre es una mujer única, desde muy pequeños todos los amigos de Miguel han ido a su casa a comer a merendar o lo que hiciera falta. La cuadrilla de mi marido es muy grande y la madre de Juan era muy generosa con todos ellos.
La calle, las escaleras, la casa… los amigos ocupaban todo. Decenas de jóvenes llorando desconsolados la tremenda pérdida; abrazados los unos a los otros o acurrucados en la pared.
Su hermano pequeño estaba completamente ido; gritaba en su habitación: NO!, NO! JUAN! NO!. El padre lloraba abatido. Mari Carmen, la madre, no podía ni abrir los ojos. Nos abrazaba con muchísima fuerza diciéndonos cuánto nos quería, diciéndonos que todos éramos sus hijos. Llevaba en la mano la última inyección de insulina que le ha inyectado esta madrugada a Juan. Le temblaba todo el cuerpo y sólo hacía que pedir que su hijo volviera.
Los médicos han tenido que inyectar tranquilizantes al hermano pequeño hasta que han conseguido dejarlo medio lelo en la cama. Su otro hermano y su madre se han tomado ansiolíticos sublinguales. Un verdadero drama.
Yo no sé cómo superaran esto. La muerte de un hijo tendría que estar prohibida!!
Ayer se casaba otro amigo nuestro de la misma cuadrilla. Juan fue a la boda y disfrutaron de su compañía. Hoy ya no está.
Era un chico encantador, divertido, buen amigo. Tenía sólo 32 años.
Juan, hasta siempre. Te quiero mucho!
Su padre se lo ha encontrado muerto en la cama a las 7 de la mañana. Era diabético y ha tenido una parada cardíaca por una subida de azúcar.
Estamos destrozados.
No os podéis imaginar el drama que hemos vivido esta mañana en su casa. Su madre es una mujer única, desde muy pequeños todos los amigos de Miguel han ido a su casa a comer a merendar o lo que hiciera falta. La cuadrilla de mi marido es muy grande y la madre de Juan era muy generosa con todos ellos.
La calle, las escaleras, la casa… los amigos ocupaban todo. Decenas de jóvenes llorando desconsolados la tremenda pérdida; abrazados los unos a los otros o acurrucados en la pared.
Su hermano pequeño estaba completamente ido; gritaba en su habitación: NO!, NO! JUAN! NO!. El padre lloraba abatido. Mari Carmen, la madre, no podía ni abrir los ojos. Nos abrazaba con muchísima fuerza diciéndonos cuánto nos quería, diciéndonos que todos éramos sus hijos. Llevaba en la mano la última inyección de insulina que le ha inyectado esta madrugada a Juan. Le temblaba todo el cuerpo y sólo hacía que pedir que su hijo volviera.
Los médicos han tenido que inyectar tranquilizantes al hermano pequeño hasta que han conseguido dejarlo medio lelo en la cama. Su otro hermano y su madre se han tomado ansiolíticos sublinguales. Un verdadero drama.
Yo no sé cómo superaran esto. La muerte de un hijo tendría que estar prohibida!!
Ayer se casaba otro amigo nuestro de la misma cuadrilla. Juan fue a la boda y disfrutaron de su compañía. Hoy ya no está.
Era un chico encantador, divertido, buen amigo. Tenía sólo 32 años.
Juan, hasta siempre. Te quiero mucho!