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Publicado: Mié Oct 01, 2008 11:31 am
Hola, en vista de todas las cosas que leo en este foro y particularmente en este apartado, creo que tras haber pedido a la administradora que me de de baja y antes de que esto ocurra he de dar testimonio de mi mejoría.
Tras leer ávidamente en este foro tanto a los detractores como a los defensores de la cecopexia, me planteé la cuestión desde mi propio criterio, me hice las pruebas pertinentes y acudí a uno de los cirujanos que la practica (bueno, realmente acudí a tres y escogí a uno).
Este “millonario e interesado” doctor valoró mi caso y me explicó con realismo qué podía esperar de la operación, que podía ocurrir etc, etc. Es decir, fue muy franco conmigo al decirme que probablemente mi estreñimiento severo de treinta años iría mejorando con los meses (no me dijo en ningún momento que saldría cagando suelto de quirófano) y que con suerte mi SII también mejoraría. Como veis, no me ofreció en ningún momento milagros ni la panacea universal.
Me operó en abierto (no fue Padrón) porque quería ver lo que había y si encontraba lo que esperaba sería mucho más sencillo.
Encontró un ciego absolutamente móvil, bailando por la tripa, caído, inflamado y dado de sí (sobre quince cm. más largo de lo debido) y un apéndice hecho un guiñapo que, en algún-algunos momentos de mi vida había sufrido inflamación y estaba bridado y lleno de adherencias. Me diagnosticaron y trataron de anexitis con veinticinco años, me hincharon de antibióticos y antiinflamatorios, pero ¡ya veis!, no era el ovario, con lo que flaco favor me hicieron.
A un mes de la operación, voy al baño por la mañana a diario. Eso sí, en tres tiempos y tomando una cucharadita de café de citrato de magnesio. Antes de la operación, para vaciar la tripa dependía de las lavativas y dos cucharadas soperas de magnesio cada noche.
Tras la operación tuve gases durante una semana, lo que solventé con flatoril y a día de hoy los cólicos no han vuelto a repetirse y no ha vuelto a dolerme la zona del epigastrio ni el colon descendente.
Actualmente tolero los almidones, el azucar, la leche y productos lácteos de cabra y oveja (la de vaca no me interesa), las legumbres, kamut, espelta, avena (el trigo tampoco me interesa), éstos alimentos me producían más estreñimiento seguido por diarreas, dolores cólicos, heces con mocos acompañado todo ello de dolores abdominales, gases (sobre todo los almidones) y me disparaban la disbiosis. De momento sigo llevándome bastante mal con la fructosa, pero la sintomatología va en disminución.
La disbiosis recula, tengo la lengua limpia y mi aliento no apesta ni siquiera cuando me levanto de dormir.
Hay más pequeños detalles que supongo no harían más que alargar el post, creo que lo anterior es lo más importante.
Y si fuera o fuese un placebo, bendito sea. Culaquier mejoría posterior será muy bienvenida por mi parte y cuento con que habrá más a medida que mi intestino se recupere y la permeabilidad vaya disminuyendo.
Un saludo,
Mercedes
Tras leer ávidamente en este foro tanto a los detractores como a los defensores de la cecopexia, me planteé la cuestión desde mi propio criterio, me hice las pruebas pertinentes y acudí a uno de los cirujanos que la practica (bueno, realmente acudí a tres y escogí a uno).
Este “millonario e interesado” doctor valoró mi caso y me explicó con realismo qué podía esperar de la operación, que podía ocurrir etc, etc. Es decir, fue muy franco conmigo al decirme que probablemente mi estreñimiento severo de treinta años iría mejorando con los meses (no me dijo en ningún momento que saldría cagando suelto de quirófano) y que con suerte mi SII también mejoraría. Como veis, no me ofreció en ningún momento milagros ni la panacea universal.
Me operó en abierto (no fue Padrón) porque quería ver lo que había y si encontraba lo que esperaba sería mucho más sencillo.
Encontró un ciego absolutamente móvil, bailando por la tripa, caído, inflamado y dado de sí (sobre quince cm. más largo de lo debido) y un apéndice hecho un guiñapo que, en algún-algunos momentos de mi vida había sufrido inflamación y estaba bridado y lleno de adherencias. Me diagnosticaron y trataron de anexitis con veinticinco años, me hincharon de antibióticos y antiinflamatorios, pero ¡ya veis!, no era el ovario, con lo que flaco favor me hicieron.
A un mes de la operación, voy al baño por la mañana a diario. Eso sí, en tres tiempos y tomando una cucharadita de café de citrato de magnesio. Antes de la operación, para vaciar la tripa dependía de las lavativas y dos cucharadas soperas de magnesio cada noche.
Tras la operación tuve gases durante una semana, lo que solventé con flatoril y a día de hoy los cólicos no han vuelto a repetirse y no ha vuelto a dolerme la zona del epigastrio ni el colon descendente.
Actualmente tolero los almidones, el azucar, la leche y productos lácteos de cabra y oveja (la de vaca no me interesa), las legumbres, kamut, espelta, avena (el trigo tampoco me interesa), éstos alimentos me producían más estreñimiento seguido por diarreas, dolores cólicos, heces con mocos acompañado todo ello de dolores abdominales, gases (sobre todo los almidones) y me disparaban la disbiosis. De momento sigo llevándome bastante mal con la fructosa, pero la sintomatología va en disminución.
La disbiosis recula, tengo la lengua limpia y mi aliento no apesta ni siquiera cuando me levanto de dormir.
Hay más pequeños detalles que supongo no harían más que alargar el post, creo que lo anterior es lo más importante.
Y si fuera o fuese un placebo, bendito sea. Culaquier mejoría posterior será muy bienvenida por mi parte y cuento con que habrá más a medida que mi intestino se recupere y la permeabilidad vaya disminuyendo.
Un saludo,
Mercedes