#1
Publicado: Lun Sep 24, 2007 9:55 pm
Hola a todos :D
Primeramente, querría pedir perdón porque hace algunos días me dediqué a mandar mensajes privados a algunos foreros con mi dirección de Messenger para hablar por ahí, olvidándome entonces del sentido que tiene un foro, que es que las experiencias de cada uno puedan ser compartidas por todos y así ayudarnos. Pido perdón por ello, aportando en mi defensa que llevo unas semanas un poco tristonas
y no me había apetecido escribir.
Dicho esto, les cuento mi situación a ver si alguien me brinda consejo o unas palabritas de apoyo.
Hace dos semanas, acudí a la consulta del Dr. Ignacio González, dentro del Instituto Proctológico Dr. Padrón. El Dr. Ignacio opera junto con el Dr. Padrón en las Palmas de Gran Canaria, y lleva la consulta en diferentes islas del archipiélago canario, entre ellas Tenerife, que es donde vivo yo. Tras una primera observación, en la que me inspeccionó el ano y el recto (ya se imaginan cómo), para descartar cualquier enfermedad en la zona, y unas primeras preguntas, me mandó a hacerme la famosa radiografía de contraste, para observar la movilidad del intestino.
Así lo hice. Una semana después, me tomaba el contraste a las 10 y media de la noche, y a las 8 y media de la mañana me hacía dos radiografías de abdomen: una en decúbito y otra en bipedestación.
Ya con las radiografías, acudí nuevamente a la consulta. Aparte de observarlas, el Dr. González me hizo una especie de cuestionario para concretar los síntomas de mi estreñimiento (que, aunque no lo había dicho, es la causa que me llevó a informarme sobre todo el tema de la cecopexia y a encontrar este foro).
Mis síntomas son:
-Sensación de evacuación incompleta, si no nada más defecar, desde las 2/3 horas de las deposiciones. Aun con la sensación de ganas de ir al baño, el resultado, tras intentarlo durante rato, es nulo.
- Dificultad para expulsar las heces si no tomó fibra sintética (en mi caso Plantabén o Cenat), e incluso a veces con ella. En mis malos días, las heces tienden a endurecerse, oscurecerse y fragmentarse, desgarrándose a veces en pedacitos.
- Gases durante gran parte del día, especialmente en posición horizontal (cuando duermo, sobre todo. Mis tripas hacen ruido durante toda la noche) y por las mañanas al levantarme (mis vecinos deben estar hartos de mí).
- Hinchazón de barriga cuando no expulso los gases, ya sea porque me cuesta o porque, por decoro, no puedo (los momentos favoritos de mi intestino: cuando estoy en clase y cuando estoy en la biblioteca). Esta hinchazón, por lo general, va acompañada de un “rugido” incontrolado de mis tripas, con un sonido muy similar al de las flatulencias.
Estos serían los síntomas reales. A continuación, detallo otros que, por miedo a resultar paranoico o hipocondríaco, no relaciono necesariamente con el estreñimiento:
- Manos y pies como primeras partes del cuerpo en las que noto el frío, es decir, sólo cuando lo hace (considérese que, para cualquier canario, 13º C es frío).
- Mal sabor de boca especialmente al levantarme.
- Sensación de cansancio durante gran parte del día y necesidad de dormir, al menos, 10 horas para mantener la concentración, sobre todo cuando estudio. También soy conciente de que, por propia irresponsabilidad, cuando tengo clase, es raro que duerma más de 5/6 horas. No obstante, sin siesta tras al almuerzo (de, como mínimo, una hora), no soy persona.
- NO padezco cefaleas, ni dolores abdominales, ni insomnio más allá de despertarme una o dos veces por las noches, ni malas digestiones (por lo general. Cierto también que, con mis síntomas, me cuesta reconocer los signos de una mala digestión). Tolero cualquier tipo de alimentos (al contrario que a muchos, los granos me sientan muy bien, porque me ayudan a ir al baño). Especialmente por las noches, necesito llenar el estómago para poder conciliar el sueño. Tampoco sufro diarreas, a excepción de cuando mi ingesta de fibra es mayor de lo necesario, que es cuando mi estómago hace una especie de limpieza (supongo que eso le ocurre a todo el mundo. Respecto a esto sólo cabe mencionar que, especialmente cuando era más pequeño, cuando viajaba y cambiaba la alimentación, solía enfermarme con diarreas y vómitos. A mis 15 años viajé a Vezuela y, de mes y medio que estuve, un mes lo pasé en el retrete. Con las peores diarreas de mi vida y unos eructos con un olor de lo más desagradable. Imagínense la situación en pleno Amazonas (y no es broma). En cuanto llegué a mi casa, como si nada. Un médico le dijo a mi madre que era consecuencia del “síndrome del viajero”, o algo así…).
Tras valorar las radiografías, el Dr. González me comentó que, efectivamente, mi intestino es desplazable. La zona en la que se encuentra el ciego tiende a desplazarse hacia abajo, empujándolo, a su vez, hacia delante y creando, al ponerme de pie, una especia de “espiral” por la zona que une el colon transverso con el colon descendente. Por lo que le entendí (a riesgo de equivocarme), es posible que sea esa “espiral”, o doblamiento del intestino, la que provoque el estreñimiento.
Peeeeeeeeero, no es todo tan bonito. En su opinión, no sabe aún si soy un candidato idóneo para la cecopexia, ya que éste debe llevarse a cabo como último recurso y yo no reúno todos los síntomas que suele sufrir la gente que se ha operado, ya sea por que me hallo en una fase naciente de la enfermedad, o de relativo buen estado (más bien lo segundo, porque llevo así, con épocas peores, desde aproximadamente los 14 años). Sin embargo, me dio a entender que la decisión al final era mía.
Ahora me toca esperar una semana, pues el Dr. González va a llevar las radiografías y sus notas a Las Palmas para que sus compañeros del Instituto, entre ellos el Dr. Padrón, den su opinión, y así, darme un diagnóstico más concreto.
Tras salir de la consulta hoy, sentí una cierta tranquilidad, porque parece que las piezas van encajando. Aun así, la solución al problema, sea cecopexia o no, la veo aún muy lejos, no sé por qué me da esa sensación. Si los doctores me ofrecen unas buenas expectativas, yo estaría dispuesto a operarme mañana mismo. Eso lo tengo decidido desde hace mucho tiempo. Pero me gustaría saber la opinión de alguien que se sienta identificado/a con lo que he contado, y si cree que vale la pena operarse.
MUCHÍSIMAS GRACIAS a todos, y espero su consejo![Wink :wink:](./images/smilies/icon_wink.gif)
Primeramente, querría pedir perdón porque hace algunos días me dediqué a mandar mensajes privados a algunos foreros con mi dirección de Messenger para hablar por ahí, olvidándome entonces del sentido que tiene un foro, que es que las experiencias de cada uno puedan ser compartidas por todos y así ayudarnos. Pido perdón por ello, aportando en mi defensa que llevo unas semanas un poco tristonas
![Crying or Very sad :cry:](./images/smilies/icon_cry.gif)
Dicho esto, les cuento mi situación a ver si alguien me brinda consejo o unas palabritas de apoyo.
Hace dos semanas, acudí a la consulta del Dr. Ignacio González, dentro del Instituto Proctológico Dr. Padrón. El Dr. Ignacio opera junto con el Dr. Padrón en las Palmas de Gran Canaria, y lleva la consulta en diferentes islas del archipiélago canario, entre ellas Tenerife, que es donde vivo yo. Tras una primera observación, en la que me inspeccionó el ano y el recto (ya se imaginan cómo), para descartar cualquier enfermedad en la zona, y unas primeras preguntas, me mandó a hacerme la famosa radiografía de contraste, para observar la movilidad del intestino.
Así lo hice. Una semana después, me tomaba el contraste a las 10 y media de la noche, y a las 8 y media de la mañana me hacía dos radiografías de abdomen: una en decúbito y otra en bipedestación.
Ya con las radiografías, acudí nuevamente a la consulta. Aparte de observarlas, el Dr. González me hizo una especie de cuestionario para concretar los síntomas de mi estreñimiento (que, aunque no lo había dicho, es la causa que me llevó a informarme sobre todo el tema de la cecopexia y a encontrar este foro).
Mis síntomas son:
-Sensación de evacuación incompleta, si no nada más defecar, desde las 2/3 horas de las deposiciones. Aun con la sensación de ganas de ir al baño, el resultado, tras intentarlo durante rato, es nulo.
- Dificultad para expulsar las heces si no tomó fibra sintética (en mi caso Plantabén o Cenat), e incluso a veces con ella. En mis malos días, las heces tienden a endurecerse, oscurecerse y fragmentarse, desgarrándose a veces en pedacitos.
- Gases durante gran parte del día, especialmente en posición horizontal (cuando duermo, sobre todo. Mis tripas hacen ruido durante toda la noche) y por las mañanas al levantarme (mis vecinos deben estar hartos de mí).
- Hinchazón de barriga cuando no expulso los gases, ya sea porque me cuesta o porque, por decoro, no puedo (los momentos favoritos de mi intestino: cuando estoy en clase y cuando estoy en la biblioteca). Esta hinchazón, por lo general, va acompañada de un “rugido” incontrolado de mis tripas, con un sonido muy similar al de las flatulencias.
Estos serían los síntomas reales. A continuación, detallo otros que, por miedo a resultar paranoico o hipocondríaco, no relaciono necesariamente con el estreñimiento:
- Manos y pies como primeras partes del cuerpo en las que noto el frío, es decir, sólo cuando lo hace (considérese que, para cualquier canario, 13º C es frío).
- Mal sabor de boca especialmente al levantarme.
- Sensación de cansancio durante gran parte del día y necesidad de dormir, al menos, 10 horas para mantener la concentración, sobre todo cuando estudio. También soy conciente de que, por propia irresponsabilidad, cuando tengo clase, es raro que duerma más de 5/6 horas. No obstante, sin siesta tras al almuerzo (de, como mínimo, una hora), no soy persona.
- NO padezco cefaleas, ni dolores abdominales, ni insomnio más allá de despertarme una o dos veces por las noches, ni malas digestiones (por lo general. Cierto también que, con mis síntomas, me cuesta reconocer los signos de una mala digestión). Tolero cualquier tipo de alimentos (al contrario que a muchos, los granos me sientan muy bien, porque me ayudan a ir al baño). Especialmente por las noches, necesito llenar el estómago para poder conciliar el sueño. Tampoco sufro diarreas, a excepción de cuando mi ingesta de fibra es mayor de lo necesario, que es cuando mi estómago hace una especie de limpieza (supongo que eso le ocurre a todo el mundo. Respecto a esto sólo cabe mencionar que, especialmente cuando era más pequeño, cuando viajaba y cambiaba la alimentación, solía enfermarme con diarreas y vómitos. A mis 15 años viajé a Vezuela y, de mes y medio que estuve, un mes lo pasé en el retrete. Con las peores diarreas de mi vida y unos eructos con un olor de lo más desagradable. Imagínense la situación en pleno Amazonas (y no es broma). En cuanto llegué a mi casa, como si nada. Un médico le dijo a mi madre que era consecuencia del “síndrome del viajero”, o algo así…).
Tras valorar las radiografías, el Dr. González me comentó que, efectivamente, mi intestino es desplazable. La zona en la que se encuentra el ciego tiende a desplazarse hacia abajo, empujándolo, a su vez, hacia delante y creando, al ponerme de pie, una especia de “espiral” por la zona que une el colon transverso con el colon descendente. Por lo que le entendí (a riesgo de equivocarme), es posible que sea esa “espiral”, o doblamiento del intestino, la que provoque el estreñimiento.
Peeeeeeeeero, no es todo tan bonito. En su opinión, no sabe aún si soy un candidato idóneo para la cecopexia, ya que éste debe llevarse a cabo como último recurso y yo no reúno todos los síntomas que suele sufrir la gente que se ha operado, ya sea por que me hallo en una fase naciente de la enfermedad, o de relativo buen estado (más bien lo segundo, porque llevo así, con épocas peores, desde aproximadamente los 14 años). Sin embargo, me dio a entender que la decisión al final era mía.
Ahora me toca esperar una semana, pues el Dr. González va a llevar las radiografías y sus notas a Las Palmas para que sus compañeros del Instituto, entre ellos el Dr. Padrón, den su opinión, y así, darme un diagnóstico más concreto.
Tras salir de la consulta hoy, sentí una cierta tranquilidad, porque parece que las piezas van encajando. Aun así, la solución al problema, sea cecopexia o no, la veo aún muy lejos, no sé por qué me da esa sensación. Si los doctores me ofrecen unas buenas expectativas, yo estaría dispuesto a operarme mañana mismo. Eso lo tengo decidido desde hace mucho tiempo. Pero me gustaría saber la opinión de alguien que se sienta identificado/a con lo que he contado, y si cree que vale la pena operarse.
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MUCHÍSIMAS GRACIAS a todos, y espero su consejo
![Wink :wink:](./images/smilies/icon_wink.gif)