Ahora dejo un nuevo mensaje para documentar un poco la información que cito en otras intervenciones:
Entiendo que se haga difícil hacerse una idea sobre la enfermedad celiaca al tener tantas presentaciones y complicaciones asociadas, que al principio chocan y puede parecer que quien habla sobre ello exagera. No le parecería exagerado a quien constatara todos los enfermos que mejoran con la dieta de enfermedades de las que parecía imposible mejorar y menos aún pensar en que tenían relación con el gluten, como pacientes que tiene mi médico (que es reumatólogo) y enfermos que participan en otros foros.
Los síntomas digestivos solemos pasarlos por alto porque estamos acostumbrados a pensar que no son importantes y/o porque sólo se dan a temporadas, lo que hace que se vuelvan invisibles a nuestros ojos. Nos creemos que es normal tener gases o diarreas de vez en cuando, no le damos importancia a que las heces no estén bien formadas o que floten o ni lo miramos, mucho menos importancia se le da al estreñimiento, aceptamos que es lógico que se nos hinche la barriga con las comidas, etc. Además, el gluten adormece las reacciones naturales del intestino, como si lo anestesiara, y se notan menos aún los síntomas. Como el gluten está presente en nuestra alimentación desde que nacemos, hasta en la leche de nuestras madres, y no hay temporadas libres de gluten nunca, porque está en cualquier alimento preparado, no tenemos manera de comparar en nuestro recuerdo cómo es un aparato digestivo sin el efecto del gluten. Así que muchas personas ni acuden al médico o ni le hablan de lo que les ocurre, pues no lo consideran importante (ni el médico tampoco), y sólo se centran en las complicaciones, que ni siquiera relacionan con el gluten. Y como es una enfermedad de base genética, con muchos casos sin diagnosticar entre familiares, es más común aún aceptar que los síntomas digestivos son normales, pues crecemos viéndolos en nuestros padres, hermanos, abuelos, etc.
Pero hay una minoría de casos de celiacos con síntomas digestivos intensos, síntomas similares a los que se dan en el SII. La presencia de esta clínica florida son los casos más fáciles de identificar, pues es lo que tradicionalmente se relacionaba con la enfermedad celiaca. Hasta ahora se pensaba que un celiaco siempre tenía clínica digestiva fuerte en forma de diarreas y malabsorción. Encontraréis muchos médicos que sigan con esas ideas antiguas y descarten la enfermedad celiaca sin no hay diarreas ni alteraciones por malabsorción en las analíticas. Y mucho menos pensarán en la celiaquía en casos de estreñimiento, aunque ahora se sabe que el gluten es la principal causa de estreñimiento. El 50% de celiacos presenta estreñimiento como síntoma digestivo principal.
Los digestólogos son los que más “fácil” lo tienen para pensar en la existencia de una enfermedad celiaca. Médicos de muchas especialidades deberían ser capaces de pensar en ella, pero no lo hacen. ¿Cuántos reumatólogos conocéis que busquen una posible enfermedad celiaca en pacientes con artralgias (dolores articulares), artritis reumatoidea, lupus, osteoporosis, fibromialgia...? ¿Cuántos endocrinólogos en pacientes con hipo o hipertiroidismo, obesidad o bajo peso, diabetes tipo 1...? ¿Cuántos alergólogos ante cuadros de alergias por inhalantes o alimentarias? ¿Cuántos otorrinolaringólogos en pacientes con rinitis crónica recurrente, episodios de faringo-amigdalitis, otitis, sinusitis? ¿Cuántos neumólogos en pacientes con asma, bronquitis de repetición...? ¿Cuántos dermatólogos reconocen la dermatitis herpetiforme, que es sinónimo de enfermedad celiaca, y la asociación de distintos tipos de dermatitis con la enfermedad celiaca, como por ejemplo la atópica, la queratosis folicular y la psoriasis? ¿Cuántos neurólogos ante personas con cefaleas o migrañas, demencia, epilepsia, esquizofrenia...? ¿Cuántos ginecólogos en mujeres con irregularidades menstruales, problemas de fertilidad...? ¿Cuántos pediatras ante niños con irritabilidad, introversión, apatía, tristeza, falta de apetito, dolor abdominal recurrente, enfermedades respiratorias de repetición, dermatitis, alergias...? Y ya ni mencionar los médicos de cabecera, que serían los que deberían orientar al paciente, pues le tratan en su conjunto.
Es precisamente el Ministerio el que recomienda que los profesionales sospechen la enfermedad celiaca en una amplia serie de enfermedades, signos y síntomas, para evitar demoras, desarrollar complicacones, disminuir la calidad de vida de los pacientes y aumentar el gasto sanitario a largo plazo.
http://www.msssi.gob.es/profesionales/p ... eliaca.pdf
Diagnóstico precoz de la enfermedad celíaca - SANIDAD 2008 - MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO – GOBIERNO DE ESPAÑA
La enfermedad celíaca es una entidad prevalente en nuestro entorno, que afecta tanto a niños como a adultos, y cuya epidemiología ha variado en los últimos años, gracias a los avances que se han producido en los métodos diagnósticos. Un aspecto importante a tener en cuenta es que la enfermedad celíaca sin sintomatología clásica es más frecuente que la forma sintomática, lo que dificulta en numerosas ocasiones el diagnóstico.
Esta enfermedad puede generar una alta repercusión individual y social y suponer un alto coste sanitario, sobre todo en aquellos casos en los que existe un retraso en el diagnóstico. Este retraso obedece, en gran medida, a la existencia de formas paucisintomáticas o monosintomáticas que se alejan del patrón clásico de presentación y es el motivo fundamental por el que gran parte de la población celíaca permanece sin diagnosticar. Todo ello hace necesario que constituya un reto para el sistema sanitario su detección precoz. (...)
Por todo ello, es muy importante que los médicos, fundamentalmente pediatras y médicos de familia, pero también los que trabajan en la atención hospitalaria, conozcan bien cuándo hay que pensar en la enfermedad celíaca y cómo diagnosticarla. A ello quiere contribuir este documento.
Finalmente, hay que resaltar que el resultado obtenido es fruto del trabajo y consenso de un buen número de expertos y de la colaboración de las sociedades científicas participantes. A ellos quiero expresar mi agradecimiento y felicitación por el trabajo realizado.
Y ahora es el momento de que las recomendaciones de este documento puedan realmente aplicarse en la práctica clínica diaria para alcanzar ese objetivo de mejorar en la detección precoz y la atención a los pacientes con enfermedad celíaca en España.
Bernat Soria Escoms Ministro de Sanidad y Consumo
Como se suele decir, a buen entendedor pocas palabras bastan. Este documento está destinado a
actualizar a los médicos porque aún no conocen las presentaciones de la enfermedad ni la forma correcta de diagnosticarla. Pero no pueden obligarlos, a los médicos no se los vuelve a examinar, sólo pueden informar y recomendar con campañas de este estilo. Está redactado con sutileza... Va a depender de cada profesional, de su capacidad y de su inquietud, el ponerse al día de los avances. Muchos médicos no necesitarán que nadie les incite a informarse, otros en cambio apenas vuelven a mirar ni un libro ni un artículo de medicina.
En un intento de simplificar se extendió la determinación de los anticuerpos en sangre con el objetivo de descartar la enfermedad, lo cual ha sido uno de los mayores errores para detectarla.
No se piensa apenas en la enfermedad celica y si se hace, se descarta cuando no hay anticuerpos, y que no sean positivos en los celiacos en realidad es lo más frecuente. Las gastroscopias con tomas de biopsias de duodeno son pruebas fundamentales para investigar la posible existencia de la enfermedad celiaca. No son agradables, pero se pueden hacer con sedación, que no te enteras de nada. Más desagradables son las enfermedades que se pueden desarrollar y las pruebas o tratamientos que necesitan. Peor aún es no tener calidad de vida.
La magnitud del problema, la variabilidad de presentaciones y las enfermedades asociadas que produce hacen que sea más difícil de aceptar, porque un 2% de afectados es una cifra altísima para una enfermedad. Un 6% (la sensibilidad al gluten), una barbaridad. La visión aislada que dan las especialidades aumenta la desconexión. Por eso hay que hacer campañas para formar y concienciar a los profesionales y aún así, muchos son impermeables a la información.
Por último, un tema sobre el que hay mucha confusión:
el H. pylori. Muchas veces los médicos le atribuyen síntomas abdominales que en realidad no produce (diarreas, cólicos, etc.) y sólo se centran en su erradicación sin considerar más, lo que les aparta aún más de la búsqueda y diagnóstico de la enfermedad celiaca. El Dr. Santos nos ha explicado muy bien que la erradicación del H. pylori sólo está indicada en contados casos para mejorar las dispepsias, pero que no influye en los síntomas abdominales. Entonces la pregunta es: ¿por qué hay gente que ha mejorado de sus diarreas y dolores abdominales tras su erradicación? Lo que hay que pensar es que también hay gente, creo que más aún, que ha empezado con diarreas y cólicos tras el tratamiento o estos se han intensificado. ¿A que en el segundo caso a nadie se le ocurre pensar que ha sido por erradicar el H. pylori? ¿Qué hay común en ambos casos? Los antibióticos. Un aparato digestivo inflamado es propenso a contraer muchas infecciones por su incapacidad para combatirlas, entre ellas también la causada por H. pylori. Los antibióticos para erradicar el H. pylori son de amplio espectro y abarcan un abanico muy amplio. Los antibióticos matan todo tipo de bacterias, beneficiosas y patógenas. Así que de rebote, pueden eliminar también otras posibles sobreinfecciones, lo que puede hacer que desaparezcan los síntomas abdominales, como en el primer caso. Pero también pueden producir el comienzo de síntomas abdominales o empeoramiento de los previos, pues alteran la flora intestinal y pueden causar una disbiosis, lo que explicaría el segundo caso.
Voy a dejar las tablas del protocolo con síntomas, signos y enfermedades asociadas que hacen imprescindible que el médico valore la posibiliad de una enfermedad celiaca. Aún así son sólo una muestra y desde el 2008 se han averiguado más relaciones aún.
También un diagrama sobre el diagnóstico de la enfermedad celiaca, donde entre otras cosas se ve que los anticuerpos negativos no descartan la enfermedad, aunque desde el 2008 se ha modificado el tema de la genética, pues ahora se sabe que hasta un 5% de celiacos no porta ninguno de los haplotipos de histocompatibilidad que se estudian (ni DQ2 ni DQ8). Y se ha reconocido una nueva enfermedad: la sensibilidad al gluten no celiaca o sensibilidad al gluten, en la que todas las pruebas son negativas y se diagnostica cuando hay una respuesta positiva a la dieta sin gluten estricta. Entraría en el "diagnóstico alternativo" del diagrama.
http://www.msssi.gob.es/profesionales/p ... eliaca.pdf
Diagnóstico precoz de la enfermedad celíaca - SANIDAD 2008 - MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO – GOBIERNO DE ESPAÑA
5. Diagnóstico
5.1. Sospecha clínica
Se valorarán en el paciente la existencia de síntomas y signos de la enfermedad o la pertenencia a grupos de riesgo, ya sea por presentar alguna enfermedad que se pueda asociar con la enfermedad celíaca o bien que el paciente tenga familiares afectados.(...)
http://www.msssi.gob.es/biblioPublic/pu ... eliaca.pdf
IT del Sistema Nacional de Salud. Volumen 34, Nº 2/2010 - MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO – GOBIERNO DE ESPAÑA
Es fundamental para realizar su diagnóstico recoger una cuidadosa historia clínica, incluyendo los antecedentes personales, desde la temprana infancia del paciente, relacionando sus molestias con la ingestión de alimentos ricos en gluten, asi como elaborando una completa historia familiar de EC y una búsqueda de las enfermedades mas frecuentemente asociadas, tales como la rinitis crónica recurrente, episodios de faringo-amigdalitis, otitis, sinusitis, asma bronquial y otros procesos de naturaleza inmuno-alérgica.
http://www.msssi.gob.es/profesionales/p ... eliaca.pdf
Diagnóstico precoz de la enfermedad celíaca - SANIDAD 2008 - MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO – GOBIERNO DE ESPAÑA
Algunas de las complicaciones que el enfermo celíaco sin tratamiento puede presentar a medio y largo plazo son: hipoesplenismo, insuficiencia pancreática exocrina, osteoporosis, crisis celíaca, yeyunoileítis ulcerativa crónica, sobrecrecimiento bacteriano y linfoma no Hodgkin. Se ha descrito igualmente una mayor prevalencia de otros tumores, incluyendo cáncer de faringe, esófago, estómago y recto.