#106
Publicado: Jue Nov 02, 2006 10:38 am
Hola, Macu:
Acabo de recibir tu mensaje y ya queda poco para el 10 de noviembre, fecha en la que me voy a operar.
Tras la visita al Dr. Padrón y hacerme las pertinentes placas simples de abdomen con el contraste de bario, efectivamente yo misma puedo comprobar que el ciego lo tengo super bajo. Llega a la altura del útero, una pasada.
Así que me ha dicho que tengo un ciego móvil tipo III y me ha recomendado que me intervenga.
En la misma consulta, una de sus enfermeras me enseñó su pequeña cicatriz para evidenciar que ella se había operado y que estaba muy contenta.
Me pongo en contacto con Saida y ella también me confirma que está super contenta. No conforme con estas confesiones, me dirijo a mi doctora de cabecera, que fue la que me abrió el camino hace años y yo lo negué con todas mis fuerzas porque lo único que pensaba en aquel momento era: "qué facil lo ve ella, con operarme tiene". Pero ahora siento que tenía que haberle hecho caso todos estos años atrás y ya hubiese estado más que operada. Pero bueno, quizás ese no era mi momento.
Pues bien, le comento mi visita al Dr. Padrón y que incluso tengo fecha ya para el 10 de noviembre (no ha podido ser antes porque viajaba a BCN a operar), y me anima nuevamente a que me intervenga ya de una vez, que ella tiene dos chicas más que se han operado y van a verla a la consulta para comunicarle lo contenta que están.
Así que me hecho las pruebas preoperatorias el lunes 30/Oct (análisis sangre, electro y placa de tórax) y está todo bien. En la entrevista con el anestesista, este me comenta que lleva casi 30 años trabajando con el Dr. Padrón y que conocen la técnica a la perfección. Me dice que esté tranquila, que la anestesia es general para evitar molestias, la intervención dura 30 minutos a lo sumo y que puede dar muy buenos resultados o no tan buenos resultados. Lo que no se produce nunca es un empeoramiento porque, por ende, se deja el ciego colocado en su sitio.
Ingresaré el viernes y saldré de la clínica el sábado. Así de simple (la teoría, claro está). No puedo negar que no esté asustada porque nunca me he operado en la vida, ni he tenido fracturas ni luxaciones ni nada por el estilo. Pero sí que es verdad que no soportaría estar toda la vida recriminándome a mí misma que no lo he intentado.
Tristemente, es una intervención cara, pues cuesta ya 2.000 euros que no cubre ninguna compañía de seguros sencillamente por la división de opiniones de la comunidad científica. Como unos se muestran a favor y otros en contra, pues no se considera una técnica reconocida a nivel universal (palabras textuales de la Directora Médica de Adeslas en Las Palmas). Lo que no significa que no obtenga buenos resultados, pero hay disparidad de opiniones y eso sólo nos perjudica a nosotros, que tenemos que pagarla de nuestro bolsillo.
Lo que no se me ocurriría jamás en la vida es estar esclavizada a una pastilla toda la vida. Eso sí que es lo más fácil. Como a mí, que con 28 años me dijeron que tenía que tomar un tranquilizante antes de cada comida. Fatal. Pues como me he negado a ello, no tomo nada de nada y lo único que hago es caminar mucho, hacer deporte, estuve un tiempo yendo a un acupuntor coreano que me aliviaba los síntomas, pero no la raíz y poco más. Sufrir.
Ojalá todo vaya bien y si al menos no se me curan del todo, se mejoren bastante los síntomas y no se me hinche el estómago de tal forma que me provoca un dolor tan fuerte que no me deja ni doblarme, que no me dé, de repente, por estar sin ir al baño más de una semana, que incluso retenga líquidos y casi no pueda orinar, que desaparezcan los dolores de cabeza pulsantes que he experimentado por último.
No sé, disculpa que esté un tanto aturdida pero temo que es la incertidumbre. Ojalá te traiga buenas noticias a partir del 10 de noviembre.
Lo que sí que hay que tener es confianza. ¿Sabes una cosa? A veces pecamos de manejar demasiada información. Internet nos abre muchísimo las puertas a temas y cosas que desconocemos, pero a veces se peca de saber demasiado, incluso más que los propios médicos. Ya vamos a la consulta sabiendo lo que nos pasa, lo que se receta para una gente, para otra, y ya hasta nos permitimos el lujo de cuestionar la praxis de muchos médicos.
Información es poder, claro está, pero en ocasiones se vuelve un arma de doble filo. Yo no pienso perder ni la confianza ni la ilusión en curarme. Quizás eso haga más que cualquier medicina del mundo.
Espero haber sido de ayuda. Un abrazo,
AD1976
Acabo de recibir tu mensaje y ya queda poco para el 10 de noviembre, fecha en la que me voy a operar.
Tras la visita al Dr. Padrón y hacerme las pertinentes placas simples de abdomen con el contraste de bario, efectivamente yo misma puedo comprobar que el ciego lo tengo super bajo. Llega a la altura del útero, una pasada.
Así que me ha dicho que tengo un ciego móvil tipo III y me ha recomendado que me intervenga.
En la misma consulta, una de sus enfermeras me enseñó su pequeña cicatriz para evidenciar que ella se había operado y que estaba muy contenta.
Me pongo en contacto con Saida y ella también me confirma que está super contenta. No conforme con estas confesiones, me dirijo a mi doctora de cabecera, que fue la que me abrió el camino hace años y yo lo negué con todas mis fuerzas porque lo único que pensaba en aquel momento era: "qué facil lo ve ella, con operarme tiene". Pero ahora siento que tenía que haberle hecho caso todos estos años atrás y ya hubiese estado más que operada. Pero bueno, quizás ese no era mi momento.
Pues bien, le comento mi visita al Dr. Padrón y que incluso tengo fecha ya para el 10 de noviembre (no ha podido ser antes porque viajaba a BCN a operar), y me anima nuevamente a que me intervenga ya de una vez, que ella tiene dos chicas más que se han operado y van a verla a la consulta para comunicarle lo contenta que están.
Así que me hecho las pruebas preoperatorias el lunes 30/Oct (análisis sangre, electro y placa de tórax) y está todo bien. En la entrevista con el anestesista, este me comenta que lleva casi 30 años trabajando con el Dr. Padrón y que conocen la técnica a la perfección. Me dice que esté tranquila, que la anestesia es general para evitar molestias, la intervención dura 30 minutos a lo sumo y que puede dar muy buenos resultados o no tan buenos resultados. Lo que no se produce nunca es un empeoramiento porque, por ende, se deja el ciego colocado en su sitio.
Ingresaré el viernes y saldré de la clínica el sábado. Así de simple (la teoría, claro está). No puedo negar que no esté asustada porque nunca me he operado en la vida, ni he tenido fracturas ni luxaciones ni nada por el estilo. Pero sí que es verdad que no soportaría estar toda la vida recriminándome a mí misma que no lo he intentado.
Tristemente, es una intervención cara, pues cuesta ya 2.000 euros que no cubre ninguna compañía de seguros sencillamente por la división de opiniones de la comunidad científica. Como unos se muestran a favor y otros en contra, pues no se considera una técnica reconocida a nivel universal (palabras textuales de la Directora Médica de Adeslas en Las Palmas). Lo que no significa que no obtenga buenos resultados, pero hay disparidad de opiniones y eso sólo nos perjudica a nosotros, que tenemos que pagarla de nuestro bolsillo.
Lo que no se me ocurriría jamás en la vida es estar esclavizada a una pastilla toda la vida. Eso sí que es lo más fácil. Como a mí, que con 28 años me dijeron que tenía que tomar un tranquilizante antes de cada comida. Fatal. Pues como me he negado a ello, no tomo nada de nada y lo único que hago es caminar mucho, hacer deporte, estuve un tiempo yendo a un acupuntor coreano que me aliviaba los síntomas, pero no la raíz y poco más. Sufrir.
Ojalá todo vaya bien y si al menos no se me curan del todo, se mejoren bastante los síntomas y no se me hinche el estómago de tal forma que me provoca un dolor tan fuerte que no me deja ni doblarme, que no me dé, de repente, por estar sin ir al baño más de una semana, que incluso retenga líquidos y casi no pueda orinar, que desaparezcan los dolores de cabeza pulsantes que he experimentado por último.
No sé, disculpa que esté un tanto aturdida pero temo que es la incertidumbre. Ojalá te traiga buenas noticias a partir del 10 de noviembre.
Lo que sí que hay que tener es confianza. ¿Sabes una cosa? A veces pecamos de manejar demasiada información. Internet nos abre muchísimo las puertas a temas y cosas que desconocemos, pero a veces se peca de saber demasiado, incluso más que los propios médicos. Ya vamos a la consulta sabiendo lo que nos pasa, lo que se receta para una gente, para otra, y ya hasta nos permitimos el lujo de cuestionar la praxis de muchos médicos.
Información es poder, claro está, pero en ocasiones se vuelve un arma de doble filo. Yo no pienso perder ni la confianza ni la ilusión en curarme. Quizás eso haga más que cualquier medicina del mundo.
Espero haber sido de ayuda. Un abrazo,
AD1976