Dispepsia funcional
Hola a todo/as
Esto pone astra zeneca a cerca de la dispepsia espero esto aclare muchas dudas que leo con bastante frecuencia a cerca de ese no se que en el estómago.
Se conoce como dispepsia funcional a una serie de trastornos que cursan con molestias en el piso abdominal superior, sin que tras una serie de exploraciones complementarias se pueda encontrar una causa orgánica. Los síntomas hacen referencia a tres situaciones: dolor epigástrico, sensación de ardor epigástrico y nauseas, y plenitud postprandial precoz, distensión abdominal y flatulencia.
EPIDEMIOLOGÍA
Es uno de los síntomas digestivos más frecuentes y constituye uno de los principales motivos de consulta en el especialista en aparato digestivo. También consume una importante fuente de recursos porque un número considerable de estos pacientes son sometidos a numerosas pruebas complementarias algunas tan específicas como la endoscopia digestiva alta o ecografía abdominal superior. Es algo más frecuente en mujeres de edad media. Se considera que la aparición de estos síntomas en personas mayores de 45 años obliga a descartar causas orgánicas, que en ocasiones son graves.
PATOGENIA
Se han propuesto varios mecanismos como causa y las más relevantes son:
- REFLUJO GASTROESOFÁGICO: Existe una pequeña disfunción del esfínter esofágico superior que ocasionaría relajaciones ocasionales del mismo con reflujo del contenido ácido del estómago que podría producir parte de los síntomas.
- DISFUNCIONALIDAD MOTORA DEL ESTÓMAGO: Se define como la dificultad de vaciado gástrico, o de reflujo ácido.
- HIPERSENSIBILIDAD DE LA AFERENCIA VISCERAL: Existe una especial sensibilidad del estómago y víscera hueca en general, algo parecido a lo que ocurre en pacientes con síndrome de colon irritable. En esta situación si llenamos un balón con aire dentro de la víscera hueca, percibe el dolor con presiones de llenado menores que en población normal. En esta entidad, la distensión del fundus gástrico podría hacer sentir molestias con presiones intraluminales menores.
- HELICOBACTER PILORI: Se piensa que su papel no es patogénico si no secundario.
- FACTORES PSICOLÓGICOS: Se ha invocado la importancia de estos factores, al darse con más frecuencia en este tipo de pacientes, aunque no es una condición imprescindible.
DIAGNÓSTICO
La anamnesis es esencial en el diagnóstico, se debe insistir en el síntoma que padece de forma principal como acidez, dolor o flatulencia. La enfermedad por reflujo gastroesofágico, la úlcera péptica, gastritis, infección por Helicobacter Pilori y los tumores malignos, están entre las enfermedades que deben descartarse. También deben tenerse en mente patologías hepatobiliares como colelitiasis, o lesiones pancreáticas.
Deben recogerse los síntomas referidos haciendo hincapié en la búsqueda de signos de alarma. Se incluyen como grupo de alarma a aquellos pacientes que presentan un dolor excesivo que se acompaña de pérdida de peso, anorexia, vómitos, anemia u otras alteraciones analíticas y además son mayores de 45 años. Por definición la exploración física es normal. Lo esencial es discriminar entre los pacientes en los que se debe realizar estudios complementarios y en los que no están indicadas exploraciones más profundas. Si predominan los síntomas de reflujo ácido sin otros datos sospechosos, se puede proceder a realizar una endoscopia al cabo de 5 años para descartar un síndrome de esófago de Barret (Fig 1), ya que esta entidad puede tener una degeneración maligna. Otra de las pruebas que podrían realizarse son los estudios serológicos o de aliento para detectar el Helicobacter Pilori.
Cuando los síntomas se inician en mayores de 45 años es obligatorio realizar una prueba endoscópica, ya que tienen más riesgo de presentar una enfermedad maligna local. Las pruebas de imagen como la ecografía abdominal superior o tomografía axial computarizada, se dejarían para pacientes con alteraciones en la analítica que hagan pensar en enfermedades hepatobiliopancreáticas.
TRATAMIENTO
Debido a la complejidad de esta enfermedad, ya que no tiene un mecanismo intrínseco fisiopatológico, ni hay una lesión anatómica a la que atribuir los síntomas es importante que el médico tranquilice al paciente después de haber realizado una anamnesis y exploración física detallada.
Es necesario reducir o eliminar la ingesta de algunas sustancias como café, chocolate, alcohol o tabaco. Las comidas deberían ser reposadas, sugiriendo una masticación reposada de los alimentos y con un menor porcentaje de grasas.
Hay tres grupos principales de fármacos empleados en el tratamiento; unos están destinados a mejorar la secreción gástrica, otros fomentan la motilidad intestinal y un tercero que podíamos encuadrar en el grupo de los psicofármacos.
En general, los fármacos que inhiben la secreción ácida del estómago son el tratamiento de elección en la enfermedad ulcerosa y por reflujo gastroesofágico. Con respecto a esta medicación destacan los antagonistas de los receptores histamínicos H2, (como la ranitidina o famotidina) y los inhibidores de la bomba de protones (como la más reciente aportación, esomeprazol, o los más antiguos fármacos de esta clase: omeprazol, pantoprazol o lansoprazol). Los antagonistas-H2, pueden ser eficaces si hay un predominio de ardor, dolor ardiente o sensación de reflujo ácido. Se recomienda hacer un ensayo durante cuatro semanas de tratamiento previo con alguno de estos fármacos antes de plantear realizar una endoscopia alta. El segundo grupo de fármacos es más potente aunque su precio es más elevado.
En caso de que los estudios serológicos o de aliento para Helicobacter tengan un resultado positivo, algunos especialistas prescriben tratamientos de erradicación con omeprazol u otro inhibidor de la bomba de protones, y dos antibióticos, generalmente àmoxicilina y claritromicina durante dos semanas. Sin embargo, no está demostrado en pacientes con dispepsia funcional que la erradicación del germen mejore la sintomatología.
Otro de los grupos farmacológicos de importancia son los procinéticos. Estos están indicados cuando existe un predominio de los síntomas motores como es la flatulencia, digestiones pesadas, sensación de hinchazón abdominal. El cisapride parece ser el más eficaz pero su prescripción ha quedado restringida al detectarse casos de alteraciones del ECG (alargamiento del intervalo QT) y en algunos casos se ha relacionado con arritmias ventriculares malignas y muerte súbita en pacientes con este tratamiento. Los procinéticos deberían ser los fármacos de elección en dispepsia funcional sin sintomatología de alarma. La domperidona es una buena alternativa, bien tolerada aunque debe tomarse con cada comida.
En pacientes con sintomatología refractaria y ausencia de causa orgánica, pueden prescribirse antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina, a bajas dosis. Puede que los tensioactivos como la dimeticona o carbón activado disminuyan los síntomas de flatulencia.